viernes, 14 de junio de 2013

Nolde II

Nolde se inscribe dentro del movimiento expresionista alemán, un movimiento artístico de vanguardia que afecto no solo a la pintura sino también a diversas artes como el teatro, la literatura y el cine. Fue este un arte de exaltación del espíritu y la sensación que le debió mucho al romanticismo decimonónico.


            En pintura, que es el ámbito que nos ocupa fue especialmente importante el basamento étnico sobre el que se fundo, y es que no hemos de olvidar la influencia que el arte negro tuvo en estos momentos sobre el arte de vanguardia, como lo demuestran los cuadros sobre máscaras que el propio Nolde pintó durante su pertenencia al grupo Die Brücke. El expresionismo fue para muchos la primera manisfestación independiente. Profundamente original e integramente racial de una Alemania que pudo liberarse de las modas francesas y europeas que habían marcado su evolución artística desde el siglo XV. Nolde no fue ajeno a esta consideración, creía sinceramente que hacía un arte propiamente alemán, por que el mismo se sentía alemán.
            Como mencionamos antes nuestro pintor había nacido en el estado de Schlewig-Holstein, en una zona fronteriza con Dinamarca, de hecho, dicho estado, había sido en otro tiempo un territorio danés que se había proclamado independiente en 1848 para finalmente terminar anexionado al estado alemán y más tarde en 1920 pasar de nuevo a manos danesas. Quizás es esta una explicación parcial a este interés que Nolde manisfestó por mostrarse enteramente alemán, a parte de la consciencia de que el expresionismo era un movimiento puramente alemán o más bien el resultado de la búsqueda de una identidad alemana.
            El expresionimo y el propio Nolde fueron condenados como “degenerados” en la gran exposición de arte de Munich. El Reich no podía concebir un arte que no ensalzara los valores de la raza aria. No obstante el propio Goebels había apostado pro autores como Nolde y Munich para la busqueda un arte racial, propio, nacional …, sin embargo el propio Hitler y Rosenberg rechazaron a dichos autores atacando al expresionismo y aprovecharon ese factor para articular la teoría nacionalsocialista de la degeneración.
            Nolde, que tenía 66 años cuando ve el ascenso del nazismo, entusiasmando saluda en una carta “El hermoso levantamiento del pueblo alemán” en el año 1933 y en el mismo mes en el que los Nazis cierran la Bauhaus… pero la decepción no tardara en llegar, en 1937 ve como sus obras cuelgan entre aquellas que llamaban degeneradas y que atribuyen al bolchevismo social y a una conspiración del imperialismo judio, en Munich y en 1941 se le prohíbe pintar definitivamente, el comunicado le llega  a través de una carta de Adolph Ziegler presidente de “der Reichkammer der bildenden Künste”, al leerla “der Pincel glitten mir aus den Händen”, señala el pintor.

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