Nolde se inscribe dentro del movimiento expresionista alemán, un
movimiento artístico de vanguardia que afecto no solo a la pintura sino también
a diversas artes como el teatro, la literatura y el cine. Fue este un arte de
exaltación del espíritu y la sensación que le debió mucho al romanticismo
decimonónico.
En pintura, que es el ámbito que nos
ocupa fue especialmente importante el basamento étnico sobre el que se fundo, y
es que no hemos de olvidar la influencia que el arte negro tuvo en estos
momentos sobre el arte de vanguardia, como lo demuestran los cuadros sobre máscaras
que el propio Nolde pintó durante su pertenencia al grupo Die Brücke. El
expresionismo fue para muchos la primera manisfestación independiente.
Profundamente original e integramente racial de una Alemania que pudo liberarse
de las modas francesas y europeas que habían marcado su evolución artística
desde el siglo XV. Nolde no fue ajeno a esta
consideración, creía sinceramente que hacía un arte propiamente alemán, por que
el mismo se sentía alemán.
Como mencionamos antes nuestro
pintor había nacido en el estado de Schlewig-Holstein, en una zona fronteriza
con Dinamarca, de hecho, dicho estado, había sido en otro tiempo un territorio
danés que se había proclamado independiente en 1848 para finalmente terminar
anexionado al estado alemán y más tarde en 1920 pasar de nuevo a manos danesas.
Quizás es esta una explicación parcial a este interés que Nolde manisfestó por
mostrarse enteramente alemán, a parte de la consciencia de que el expresionismo
era un movimiento puramente alemán o más bien el resultado de la búsqueda de
una identidad alemana.
El expresionimo y el propio Nolde
fueron condenados como “degenerados” en la gran exposición de arte de Munich.
El Reich no podía concebir un arte que
no ensalzara los valores de la raza aria. No obstante el propio Goebels había
apostado pro autores como Nolde y Munich para la busqueda un arte racial,
propio, nacional …, sin embargo el propio Hitler y Rosenberg rechazaron a
dichos autores atacando al expresionismo y aprovecharon ese factor para
articular la teoría nacionalsocialista de la degeneración.
Nolde, que tenía 66 años cuando ve
el ascenso del nazismo, entusiasmando saluda en una carta “El hermoso
levantamiento del pueblo alemán” en el año 1933 y en el mismo mes en el que los
Nazis cierran la Bauhaus… pero
la decepción no tardara en llegar, en 1937 ve como sus obras cuelgan entre
aquellas que llamaban degeneradas y que atribuyen al bolchevismo social y a una
conspiración del imperialismo judio, en
Munich y en 1941 se le prohíbe pintar definitivamente, el comunicado le llega a través de una carta de Adolph Ziegler
presidente de “der Reichkammer der bildenden Künste”, al leerla “der Pincel
glitten mir aus den Händen”,
señala el pintor.
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